Apenas quedan unos días para cerrar lo que ha sido un año maravilloso. Cuarenta conciertos para recorrer con nuestra vieja carreta el panorama que tenemos en este país intentando vender crecepelo en tierra de osos. El viernes 27 acaba una etapa, para dar paso a la siguiente.
Nunca es fácil decidir cuál va a ser el último concierto de una gira porque nunca quieres que se acabe, sin embargo, hablando con Ramón, todo cobró sentido. Será en Zaragoza, será en el barrio y por supuesto será como tendrían que ser todos los conciertos: conmemorando un aniversario de un bar. El Refugio del Crápula lleva emborrachándonos desde que tenemos uso etílico y va a ser un placer y un honor acudir a la cita. Son nada más y nada menos que 20 años, y durante toda la semana habrá actividades de todo tipo.
Por la parte que nos toca, daremos un concierto especial, será en eléctrico y por supuesto iremos con artillería. Para esta cita tan importante se han desplazado desde Teruel unos buenos amigos: se trata de Chocabeat, una panda de impresentables tragabirras que nos encontramos por el camino y que nos han demostrado la importancia de la palabra. Es un placer ver cómo se puede hacer hip hop a un nivel tan fino después de arrasar con todos los barriles de la bodega. Gracias amigos por tan brava lección!
Por otra parte, no podíamos irnos sin invitar a nuestros compañeros de viaje, a nuestros compañeros de tipi y a nuestros compañeros de barra. Embarrena es uno de esos grupos que en directo te enseñan que el rock and roll es esa mezcla de cerveza, actitud y cojones. Esa noche espero que nadie nos espere en casa.
En una ocasión, alguien dijo que estos tres grupos no tienen nada que ver. Sin duda no nos ha visto beber juntos. Hip hop, rock and roll y western etílico para conmemorar XX años de un bar que le ha suministrado al barrio su dosis de cerveza y rock and roll en las horas de ley seca. Gracias por dejarnos hacer el Crápula cuando las luces de los bares se van.